miércoles, 30 de julio de 2014

En el gusto está la variedad

1 comentario:
 
Fucsia. Lo primero que llama la atención en el Aeropuerto Internacional Suvarnabhumi de Bangkok son los taxis fucsias. Una primera mirada podría advertir que son vehículos exclusivos para mujeres. Que además son conducidos por mujeres y que el sentido de identificarlos con este color es para que la pasajera se sienta más tranquila y a gusto. Pero no es así. El color fucsia es sólo una manera de identificar una compañía, así como existen otros servicios que se distinguen por el turquesa o el amarillo combinado con el verde. En esta capital cosmopolita, los colores que más eligen los lugareños son los vistosos. La gente los usa en las prendas y los combina con detalles un tanto kitch: Hello Kitties, Superman y Batman.
La imagen de los taxis bien vale para graficar el espíritu de esta ciudad: aquí todo se consigue variado y al por mayor. Quien quiera atravesar la ciudad desde el aeropuerto hasta la transitada Khao San Road podrá sacar un pasaje en el Sky Train y no tendrá demoras con el tránsito. Quien busque achicar los gastos y no tenga problemas en compartir, tendrá más de diez variedades de taxis con ofertas para distintos bolsillos, incluidas las lujosas limusinas blancas. Quien opte por la aventura y no tenga drama en arriesgar su vida, bien podrá elegir los famosos Tuk Tuk, motos con carritos enganchados en la parte de atrás (no son sidecar), que tiene capacidad para hasta cuatro personas menudas y bien apretadas. Esta opción también desafía a los constantes embotellamientos ya que los conductores saben burlar los carriles selectivos y se mandan por la izquierda si están cortos de tiempo. Aclaración: en Tailandia los autos conducen por la derecha.
En el gusto está la variedad y a esto los lugareños lo saben bien. Quienes piensen visitar el país de pé a pá podrán darse una vuelta por la calle Rambutti y la guía Loonely Planet original, a 840 wats. Una edición anterior con anotaciones en hebreo (el idioma de su antiguo dueño), a 250 siendo un buen regateador. No falta la versión fotocopiada: a 480 en la edición no apta para cortos de vista.
Así como las guías, en Bangkok todos los productos tienen versión original y versión falsificada. Incluso las identidades. Por 200 wats y en 20 minutos, un falsificador de la calle Khao San puede hacerte una credencial de estudiante, de periodista o de agente del FBI. Puede que tengas problemas con estas dos últimas ya son a las claras una copia. No así con las tarjetas ISIC Card, un calco con la original.

Con la misma lógica, en el mercado de Chatuchac que funciona sólo los fines de semana se pueden conseguir luces de colores, orquídeas, jugos de frutos extraños como el Dragon y ropa de las primeras marcas, pero en versión falsificada. Una ganga. 

1 comentario:

 
© 2012. Design by Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff